Archives

  • 2018-07
  • 2018-10
  • 2018-11
  • 2019-04
  • 2019-05
  • 2019-06
  • 2019-07
  • 2019-08
  • 2019-09
  • 2019-10
  • 2019-11
  • 2019-12
  • 2020-01
  • 2020-02
  • 2020-03
  • 2020-04
  • 2020-05
  • 2020-06
  • 2020-07
  • 2020-08
  • 2020-09
  • 2020-10
  • 2020-11
  • 2020-12
  • 2021-01
  • 2021-02
  • 2021-03
  • 2021-04
  • 2021-05
  • 2021-06
  • 2021-07
  • 2021-08
  • 2021-09
  • 2021-10
  • 2021-11
  • 2021-12
  • 2022-01
  • 2022-02
  • 2022-03
  • 2022-04
  • 2022-05
  • 2022-06
  • 2022-07
  • 2022-08
  • 2022-09
  • 2022-10
  • 2022-11
  • 2022-12
  • 2023-01
  • 2023-02
  • 2023-03
  • 2023-04
  • 2023-05
  • 2023-06
  • 2023-07
  • 2023-08
  • 2023-09
  • 2023-10
  • 2023-11
  • 2023-12
  • 2024-01
  • 2024-02
  • 2024-03
  • 2024-04
  • Sin embargo los resultados de eficiencia en este

    2018-10-26

    Sin embargo, los resultados de eficiencia en este análisis no incluyen la equidad que es una parte complementaria del desempeño público. Esto es, si un municipio es eficiente no necesariamente implica que sea equitativo. Por ejemplo, un municipio eficiente puede no dar el mismo trato Cy5.5 hydrazide sus ciudadanos en situaciones similares (equidad horizontal) o garantizar la distribución igualitaria en el ingreso (equidad vertical). Para futuras investigaciones dentro de estos temas debe considerarse atenuar el problema de la homogeneidad. Pues ante la falta de información municipal completa en todas sus variables, existió una gran heterogeneidad entre el comportamiento de los municipios que dificultó su comparación. Esto se facilitaría si se tuviera grupos con unidades de análisis más homogéneos, por ejemplo, considerando un estudio para los municipios de la Región Occidente de México o del país en general. Finalmente, debido a la falta de espacio es imposible mostrar en este documento los resultados del análisis del dea para cada municipio incluido en el estudio. Los resultados en detalle pueden ser obtenidos de los autores sobre pedido.
    Introducción
    Chiapas, estructura económica y pobreza La pobreza ha marcado la vida de muchas generaciones de Chiapanecos. Desde hace más de un siglo la economía de Chiapas ha mostrado tasas de crecimiento económico mediocres, muy por debajo de la media nacional, excepto para el periodo 1970-1980 (Peláez y López, 2013). Lo que aunado a los problemas de desigualdad en la repartición de la riqueza ha tenido como resultado los niveles de pobreza más altos de todo el país, lo que evidencia importantes fallas en la estructura económica del Estado. En términos relativos, la menor distancia del pib per cápita de Chiapas con respecto al nacional se observó en el año de 1980. Sin embargo, aun en los años de mayor prosperidad, la riqueza promedio de los chiapanecos llegó a representar apenas dos tercios del resto del promedio de los demás habitantes del país. El año de mayor distancia fue 1960 cuando el producto por habitante de Chiapas llegó únicamente a 37% del resto de México. En 1900 el PIB por habitante de Chiapas había sido de 63.1% y sólo se vino a superar en 1980. Se necesitaron 80 años para que el promedio inicial del cual había partido en 1900 se superara (ver gráfica 1). La gráfica 1 proporciona información sobre el crecimiento económico que registró Chiapas en el periodo 1960-1980, periodo en el cual el pib per cápita se triplicó, mientras que en el resto del país ni siquiera se duplicó (época del modelo de Industrialización Sustitutiva de Importaciones). Lo contrario ocurrió en las últimas dos décadas del siglo xx y principios del siglo xxi, a partir de la implementación del modelo neoliberal, lo que provocó que en 2013 el pib per cápita de Chiapas apenas representase 40.2% del nacional (cálculos en base a INEGI y Conapo). En relación al crecimiento económico existe una polémica entre quienes son afines a los planteamientos neoclásicos, pues sostienen que las regiones de menor desarrollo deben de crecer más rápido que las más avanzadas, argumentando Cy5.5 hydrazide que, a largo plazo, el funcionamiento del mercado lleva a que las regiones más atrasadas crezcan más rápido (Borts y Stein, 1964). Se trata, de una visión “optimista” del desarrollo, según la cual la intervención no es necesaria, ya que el crecimiento de las regiones rezagadas está garantizada, pudiendo darse a un ritmo incluso superior al que en su momento mostraron las regiones ahora destacadas, ya que las seguidoras, por ejemplo, no tienen que soportar costos de innovación (Peláez y López, 2013). Las regiones ricas entran en una “espiral virtuosa” que las lleva a ser cada vez más ricas, al tiempo que las pobres quedan atrapadas en un “círculo vicioso” que impide su mejora, dando lugar a un proceso de divergencia del que sólo se puede escapar mediante la aplicación de políticas específicas, que tengan como finalidad incentivar el desarrollo económico. Es por ello que algunos autores, como Sachs (2005) o Collier (2007), hablan de la “trampa de la pobreza”.